“Ni Ellos ni los Otros”… y al no haber “nosotros”: ¿Qué votar en octubre y noviembre?

José W. Legaspi

22.10.2019

“Ni Ellos ni los Otros”… y al no haber “nosotros”: ¿Qué votar en octubre y noviembre?

 

La frase del título está tomada de una magnífica síntesis que realizó en su momento mi amigo y compañero, Fernando Amado, al referirse a la expectativa de construir una alternativa: "Ni ellos ni los otros, nosotros" expresaba el sentir de quienes no queríamos continuismo del FA ni un regreso de los PPTT al gobierno de nuestro país.

Los Navegantes fracasamos en construir una Alternativa para estas elecciones. Corrijo, la apresurada, desmedida y miserable "operación", mal parida desde la interna del Partido Independiente, mató esa esperanza. 

Mi amigo Amado optó por el "ellos", mientras que los del PI siguieron, tranquilamente, jugando con la posibilidad de apoyar a "los otros", a Lacalle Pou en segunda vuelta, sin ningún impedimento a la vista.

Aclaro que Navegantes no ha tomado aún una decisión como grupo, aunque no dudo de que será dejar en libertad de acción a sus militantes. No comprometo al grupo que integro, pero no puedo dejar de decir qué pienso hacer en octubre y en noviembre, si hay segunda vuelta.

En octubre se define el Parlamento y este debe ser lo más representativo posible de la voluntad del conjunto de la sociedad uruguaya. Todo parece indicar que, al menos, en diputados, tres partidos nuevos lograrán bancas en el recinto legislativo.

Si bien ninguno de los partidos que compiten me representan con sus propuestas, creo necesario votar alguno de los "emergentes" como una manera de contribuir a la más variada posible expresión democrática. Por eso considero votar a partidos como el PERI o el Partido Digital, y con ello expresar, de manera responsable, republicana y democrática, una modesta contribución a componer un Parlamento que no tenga mayorías de un partido (como hasta ahora) y que imponga la necesidad de negociar los proyectos de ley, sobre la mirada del más amplio espectro político posible.

En noviembre se definirá quién gobernará el país hasta el 2025. Y en esa oportunidad, si los contendientes fueran Martínez (FA) y Lacalle Pou (PN), no puedo votar a ninguno. 

Si me fui del Frente por los motivos que fueron ampliamente detallados en su momento, que voté desde 1984 hasta 2014 incluido, este último gobierno con el patético gesto de "hacer la plancha", y si no quiero que la expresión más conservadora de los partidos tradicionales vuelva a gobernar, caso Lacalle Pou, no me queda otra opción que anular el voto.

Hay queridas compañeras y compañeros que trataron y tratan, con el cariño y el respeto de siempre (la mayoría) de convencerme de que vote al FA para "detener a la derecha", o para que "la moto sierra" no arrase con las conquistas sociales y la agenda de derechos, conseguidas en estos tres períodos de gobierno.

Queridas y queridos, el cuco no me asusta. Nací, crecí e hice política contra una dictadura fascista y contra las políticas antipopulares de Sanguinetti y Lacalle padre, así que no me asusta que vuelvan los partidos tradicionales al gobierno. 

De ser necesario volveré, volveremos, a militar desde el llano para enfrentar aquello que se deba enfrentar. 

De eso no tengan la más mínima duda.

No traten de responsabilizar a un votante de las macanas, errores y horrores que hizo el Frente Amplio en estos dos últimos períodos de gobierno. 

No estoy dispuesto a votar promesas honestas y sinceras de renovación que deberán lidiar, desde la minoría, con los que han hecho trizas al seregnismo en esa herramienta perimida.

Si la ciudadanía decide que pierdan eso es lo que deberá suceder. 

Y si bien no creo que la derrota amplifique la necesaria autocrítica que adeudan los que dirigen el Frente, si creo que posibilitará que los honestos frenteamplistas entiendan, de una vez por todas, que las herramientas son sólo eso, "herramientas" y que si no sirven más, o no se pueden renovar, como ha ocurrido hasta ahora, deberá construirse otra herramienta política, que exprese lo mejor del seregnismo y del espíritu fundacional, y no esta parodia que actualmente los orienta y dirige.

Surgirán las conocidas voces de que "anular" el voto en noviembre permite la victoria de uno u otro. Entiendan que si no se siente uno representado por quienes disputan la presidencia, no hay argumento válido para optar por uno de ellos (salvo que uno de los dos fuera el candidato de Cabildo Abierto, en cuyo caso votaría a su oponente, fuera quién fuera, sin temblarme la mano).

Por eso la única opción en noviembre, para quién esto escribe, será anular su voto.

 

 

José W. Legaspi
2019-10-22T11:18:00

José W. Legaspi